A los familiares, amigos y conocidos
que me hacen la vida más
fácil y cómoda
¿Qué es una persona útil?. Puede ser que, hacer esta pregunta resulte sencillo. Pero no creemos que responderla sea fácil.
Hay personas que, al contrario son inútiles y complicadas, independientemente de su preparación o de su importancia laboral y social. El papel que saben jugar es complicarle la vida a los demás. Unos lo hacen casi que inocentemente y otros se lo proponen de forma sistemática, estos últimos son los malignos. ¡Hay dios mío, cuántas personas hay así! Yo trato de olvidar a estas últimas.
Al contrario, las personas útiles, independientemente de si obtienen o no, beneficios económicos, te hacen la vida más llevadera y hasta feliz. Y en algunos casos te enseñan a desarrollar circunstancias profundas y complejas de la vida y del trabajo.
De mis recuerdos creo que una de las personas que me han sido más útiles, ha sido nuestro maestro CCT, quien me enseñó a escribir, a dar clases, a entender que lo más importante de un profesor es lograr que los estudiantes aprendan por su propio esfuerzo y su libre voluntad. Me enseñó que dar clases es para estimular a aprender y no hacer que los estudiantes repitan como loros lo que uno les expone en las clases. Y todo eso lo entendí cuando ya era profesor en la universidad y me preparaba para el concurso de oposición.
Claro, hay personas que son útiles, por otras cosas, también muy importantes, aunque parezcan más sencillas. Se rompió un tubo de agua en la casa y ellos lo reparan. Que no logro comunicarme con alguien y ellos lo hacen y trasmiten nuestro mensaje. Que no se cómo hacer para obtener un documento personal oficial y ellos lo hacen y nos lo envían. Que requiero enviar un audio que ya remití por WhatsApp para que salga por Telegram y ellos nos explican rápidamente cómo hacerlo. Que necesito que me paguen una deuda y ellos logran que los deudores lo hagan, rápido y nos envían el dinero a donde estemos. Esos son los recuerdos más recientes de las personas útiles que me ayudan a vivir la vida más fácilmente. Gracias, gracias a todos ellos.
Pero hay recuerdos más antiguos. Por ejemplo, cuando estudié a Carlos Marx, ya siendo profesor de la universidad, aprendí que él personaje sustentaba su argumentación del cambio de la sociedad en aquello de que “la lucha de clases es el motor de la historia”. Sin embargo, explicar el cambio y el mejoramiento de la sociedad, por la razón de la lucha de clases, no me convenció. Le discutí a mi tutor que yo, al contrario de lo que Marx aseguraba, creía que el motor del cambio en la sociedad es la COMODIDAD y la capacidad de ser útiles para sí y para otras personas. Es decir, ayudar a las demás personas a lograr comodidad y hasta felicidad.
Desde entonces, creo que he tenido una mayor conciencia de las conductas útiles e inútiles y hasta perversas de las personas, para sí y para los demás.
¿Qué me dicen mis queridos lectores y lectoras? Se agradecen comentarios.
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