jueves, 2 de agosto de 2018

La crisis es general

Las velas y los fósforos no se consiguen
El deterioro de la sociedad venezolana es grave y sigue incrementándose. 

El lunes pasado (30.07.2018) se produjo un apagón de energía eléctrica en la Gran Caracas. 

Las noticias fueron terribles. Gente sin transporte y caminando por la vía del metro y del tren. 

Pero, ese cuadro es común en el interior del país y en especial en los Estados cuyas autoridades no son afectas al gobierno de Maduro. 

Un caso gravísimo es en el Zulia y su capital Maracaibo, en donde las temperaturas son muy altas y además de la oscuridad hay que sufrir los rigores del calor, sin aire acondicionado.

Los datos de la inversión en el sistema eléctrico han sido enormes  y a pesar de ello los resultados son desastrosos 
(los hemos expuestos anteriormente aquí. Ver:


Ayer tarde (01 Ago 2018) nos volvieron a tocar los cortes de luz en Mérida y en especial en la zona donde vivimos. Cosa que ocurre todas las semanas, desde hace tiempo. Sin embargo lo de ayer fue más grave. Un trasformador que debe tener más de quince años en funcionamiento con la sobrecarga explotó y nos quedamos en una fase de la zona sin electricidad.  La otra fase se interrumpía y se cortaba la luz  de forma sistemática, por al menos 10 veces en unas pocas horas. 

Comunicarse con la oficina de Corpoelec es imposible. El teléfono está ocupado siempre, pero le asegura una máquina que cuando pueda lo atenderán. Y en eso puede pasar Ud. horas.

Lo que si permanece con energía eléctrica son las luminarias de un estadio deportivo que a las 10 pm no debe tener a nadie, en sus instalaciones.  Pero allí sí hay luz. Pareciera que el gobierno nos quiere decir:  “le doy energía eléctrica a quien me da la gana. Los demás que se aguanten”.  ¿Hasta cuándo será eso?.   

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