domingo, 7 de octubre de 2018

El Camino...


Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela son las ciudades que en el mundo occidental se han convertido en los mayores lugares de peregrinación.

Se entiende por peregrinación la realización de un viaje, generalmente a pie, a un lugar sagrado, para una religión, en este caso la católica. 

En el caso que nos ocupa, el llamado Camino De Santiago, la motivación de los viajeros se ha convertido en la expresión de turismo de tipo cultural  más que religioso.  

La tradición religiosa indica que en Santiago de Compostela están enterrados los restos del apóstol Santiago y a pesar de no haber evidencia de ello, la gente lo cree desde la Edad Media y la iglesia católica lo ha auspiciado. 

Cada año cientos de miles de peregrinos viajan desde todas partes de Europa y más allá y transitan a pie, en bicicleta y hasta a caballo por diversas vías, hasta la catedral de Santiago. La Oficina de Acogida al Peregrino De Santiago de Compostela indica que solo en el pasado mes de septiembre tuvieron 47.006 peregrinos, un poco más de mujeres (52%) que de hombres (48%) y las nacionalidades más numerosas fueron la de alemanes (15%), italianos (12%) y norteamericanos (10%). 

La gran mayoría de los peregrinos de este mes de septiembre de 2018 llegaron a pie (92,65%) y el resto casi todos en bicicleta (7%). Hubo un reducido número que hicieron el trayecto a caballo, en vela que supongo que es por mar y unos poquísimos valientes que lo transitaron en su silla de ruedas: 37 peregrinos.

Pese a que las estadísticas de La Oficina de Acogida al Peregrino, indican que los mayores de 60 años no son la mayoría, vimos mucha gente entrada en años y nos llamó la atención esa característica de muchos de los peregrinos. Por ejemplo, una familia de irlandeses, liderados por la abuela de 84 años, acompañada de su hijo, la esposa de éste y suponemos que una nieta. Nos llamó la atención la composición del grupo, similar al nuestro. Mi nieta, con su buen inglés logró entrar en comunicación y saber la edad de la abuela, quien sonriente se lo dijo sin empacho. Entre el hijo sesentón y yo solo logramos hablar de lo caro del whisky y la escasa cultura de los dependientes de los bares para entender el gusto de algunos extranjeros, por esta bebida. Como verán todos aspectos culturales. 

Los paisajes, las flores, los frutos, los animales pastando o siendo trasladados de un lugar a otro, el esfuerzo de los peregrinos -muchos de ellos cogeando y evidentemente muy cansados- y la amabilidad de los habitantes, son sin duda una motivación. En nuestro caso, partimos de Lugo para recorrer los últimos 100 km para hacer un recorrido a pie, que en promedio fue de 20 km diarios  -y a veces de mas-, para cumplir con los requisitos que permitieran validar el peregrinaje. 

La fotografía que acompaña al texto es de la catedral De Santiago la noche que llegamos, luego de caminar el ultimo trayecto y descansar un buen rato para poder movilizarnos hasta allí. El lugar es una fiesta, con muchos peregrinos celebrando la llegada y en otros casos escuchando a las tunas estudiantiles canciones españolas y también latinoamericanas.

Para quienes creemos que conocer otros lugares allende nuestro sitio de residencia es importante pues enriquese nuestras vidas, hacer el Camino De Santiago es una experiencia muy interesante, bien sea por razones religiosas o culturales. Anímese...

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