domingo, 4 de febrero de 2018

Complejo, terrible y esperanzador

Foto HRC (*)
Así fue el fin de semana. El que comenzó en la madrugada del viernes 2 de febrero y está culminando en la tarde del domingo 4, de este año 2018. Momento en los que después de 43 días de total "inapetencias escritural", vuelvo a teclear para mis queridos lectores.  

A nivel nacional esos tres calificativos que hemos utilizado, en el título del post,  se reúnen  en la detención de Enrique Aristeguieta Gramcko. En la madrugada del sábado allanan su casa y lo detienen. Bueno, realmente no se sabe si hubo o no orden de allanamiento o solo que el Sebin  entró y se lo llevó. 

¿De qué lo acusan? ¿Por qué detienen a un anciano de 84 años? Pues nadie sabe certeramente salvo que es crítico al gobierno venezolano. He allí lo complejo.

Digo también terrible pues una detención siempre es una desgracia, aun si el que la sufre es un delincuente redomado y reincidente, que no es el caso.

Finalmente, un fin de semana esperanzador, por la libertad que tuvieron que darle a Aristeguieta Gramcko. ¿Cuál fue la razón para ello? Pues tampoco se sabe. Lo que si se conoce es el revuelo presencial ante algunas instancias gubernamentales y en las redes sociales por esa detención. Que para algunos también lo pueden llamar secuestro.

El escrito que hace pocas horas Aristeguieta Gramcko ha hecho público para dar las gracias  a todos quienes movieron influencias para lograr su liberación es muy interesante. Lo que deseo destacar es que recoge el sentimiento de unidad mas global  que se pueda mostrar en Venezuela para encontrar soluciones a situaciones límites como el “secuestro” sufrido por él.

Ese sentido de unidad puede y debe estar presente para encontrar una salida a nuestra crisis política y social. Así Aristeguieta Gramcko, agradece a: las altas autoridades internacional;  a los representantes de la iglesia católica; a los dirigentes de partidos políticos en especial los que integran la MUD; a diputados de algunas fracciones de la AN, en oposición a la MUD; a representantes de una diversidad de organizaciones políticas (Soy Venezuela, Gana; Voceros de la Resistencia); a los guerreros del tecleado; también a artistas en especial a caricaturistas; a los funcionarios policiales y judiciales que le trataron con respeto; a los abogados que lo asistieron y finalmente a su familia. En definitiva: un fin de semana complejo, terrible y esperanzador. ¿Podremos sacar lecciones de ello? Creo que sí.  Hay que sumar voluntades, sumar y sumar. Es el único camino para encontrar una salida a nuestra crisis social y política. No es sencillo, pero ese es el camino.

En nuestra pequeña y ahora maloliente ciudad de Mérida participé en dos actividades que muestran lo complejo, terrible y esperanzador del momento que vivimos.  Solo voy a referirme a la primera de ellas, para no abusar de su paciencia. Fue una reunión del ciclo de poesía clásica  que un grupo de jóvenes de la Facultad de Humanidades y Educación de la ULA, han estado organizando desde hace unas semanas atrás.
En el ciclo de poesía clásica
En la reunión estaban escasamente una docena de jóvenes, paritariamente damas y caballeros, además de la presencia de dos profesores de la Facultad de Humanidades y el deseo de leer en voz alta, poesía de algún connotado poeta latinoamericano.  El artista escogido fue el chileno Nicanor Parra. Nosotros solo sabíamos que Parra fue hermano de la cantante Violeta Parra, y vívida  figura de lo que en sus inicios  se llamó antipoesía latinoamericana, que murió hace pocos días a los 103 años de edad. De las reflexiones que escuché,  comparto con Uds. la que hizo el profesor que analizó al personaje y su obra: estamos seguros que le hubiera sorprendido, a Nicanor Parra,  estar siendo homenajeado en un ciclo de poesía clásica. Cosas “veredes Sancho”, diremos nosotros.

Luego de la lectura de las poesías y de la revisión y crítica del profesor de la Escuela de Letras, que animaba la reunión sobre la obra  de Nicanor Parra, hablé con otro de los impulsores de estas actividades. 

En el ciclo de poesía clásica
Resumo lo que me dijo: buscan, leer para ser mejores escritores. Sostienen que pese a las dificultades que se viven en el país y en la universidad hay que prepararse mejor para que sus habilidades como estudiantes de letras le sirvan para salir mejor preparados al mercado labora. El de Venezuela o el del exterior si al final emigran. Que ganar habilidades  en el uso de las redes sociales es fundamental. Que escribir para publicar allí es determinante para su futuro profesional. Que los proyectos  de residencia para escritores de poesía que esperan implementar  en Mérida para jóvenes escritores serán financiados con programas de crowdfunding. Para quienes no sepan de qué se trata encontré esta definición en internet. Crowdfunding:  cooperación colectiva organizada en las redes sociales  para financiar esfuerzos e iniciativas de personas u organizaciones. Y con 4 millones de venezolanos en el exterior eso no luce descabello.

En fin, que esa fue otra realidad compleja, terrible y esperanzadora, del fin de semana que concluye. En medio de las dificultades de los venezolanos que vivimos aquí, hay jóvenes que creen en la poesía, en prepararse para ser escritores y que apuestan para hacerlo y ganar. Si a lo anterior agregamos la libertad de Enrique Aristeguieta Gramcko, pues existimos en un país: complejo, terrible y esperanzador. ¿No lo creen Uds.? 


Nota
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(*) Decidí, desde hace algún tiempo, compartir fotos de cosas hermosas y agradables incluso cuando escriba sobre situaciones injustas  y lamentables como el caso de la detención de Enrique Aristeguieta Gramcko. De tal forma que muestro esta hermosa flor para agradar los ojos de quienes nos lean.  


            


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