sábado, 21 de septiembre de 2019

La Escuela en las Voces de sus Protagonistas: primeros hallazgos

Por Roberto Donoso y
Foto (*)
Raquel Vento.

Explicación inicial.
Hace unos días mirando textos publicados aquí y revisando sus estadísticas de visitas,  me encontré con un escrito sobre la entrevista de marzo de 2017 que me hicieron para una investigación referida a: La Escuela y sus Protagonistas. ¡Han sido casi 1200 visitas! 
Me pregunté: ¿qué habría pasado con la investigación? Luego de las consultas respectivas logré que de nuevo preparasen unas líneas que recogieran esta vez, los primeros hallazgos. Gracias por la atención. Aquí va  el material para nuestros lectores (HRC).   
Se mencionan los primeros hallazgos de la investigación.
Los Informantes fueron buscados con ahínco y esmero. Muchos nombres se pusieron sobre la mesa como también criterios de selección. Después de algunos intercambios hubo acuerdos mínimos pero compartidos. Como era esperable la tentación de buscar a pares fue inevitable pero primó el equilibrio pues pronto quedó en evidencia que enfatizar en una sola dirección no era lo más recomendable ya que sesgaba la investigación. Se necesitaba un adecuado equilibrio entre los privilegiados que alcanzaron estudios superiores y los que alejados de la fortuna tuvieron que enfrentar desde niños el rigor del trabajo y el cumplimiento de responsabilidades para “parar la olla” en la familia
El comienzo. Fue lento y quizás con algo de temor porque se estaba incursionando en un universo aparentemente diáfano pero que oculta sus grises y exhibe sus claros. Con más o menos detalles, con más o menos rigor, con más o menos dramatismo se fue levantando un perfil escolar en una época en que el país empezaba a asomarse de manera entusiasta y fragorosa a una modernidad de la cual quería ser parte activa. Los informantes aportaron datos, entregaron opiniones, identificaron problemas, reconocieron dificultades, revelaron sabrosas anécdotas, develaron tristezas y enconos, revivieron recuerdos, mostraron alegrías de una escuela que fue y que ya no existe, al menos como la conocieron.
 Hombres y mujeres en unos casos con gran sencillez e incluso temor mostraron una escuela de dos turnos de trabajo a la que los alumnos asistían mañana y tarde; la presencia de un personaje inexistente en nuestro días y de gran importancia en el pasado, el “policía escolar”; la casi desconocida figura del interinato o del suplente del maestro; la relevancia de la “carta de buena conducta” un requisito importante para la promoción y/o el traslado de escuela; el nerviosismo de los exámenes finales con un jurado externo; la ausencia del terrible flagelo que significa en nuestros días el “bulling”; una metodología de enseñanza sustentada en el dictado; la  inexistencia de la asignatura de Educación Física; el respeto e importancia del maestro, lo mismo que a los mayores; la fuerte y enérgica autoridad del padre; la práctica frecuente del castigo físico con procedimientos excesivos; el ingreso con siete años de edad como mínimo; dos grandes núcleos de contenidos: matemáticas y lectura y escritura; reconocimiento que no había edificios escolar sino casas acondicionadas como escuelas…  son algunas de las características de la escuela del pasado. 
Buscando respuestas que ubicaran los aportes de los informantes pronto se descubre que detrás de todo esto está un conflicto recurrente en América Latina: lo que un autor, Domingo Faustino Sarmiento llamó el conflicto entre Civilización y Barbarie y que Rómulo Gallegos también aborda en Doña Bárbara . 
En próximas entregas seguiremos informando. 


Nota del editor:  
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(*) La fotografía es de los alumnos del 6to. grado del Colegio "Infantil Mérida", a inicios de los años 60 del siglo XX. La institución era de los esposos Aparicio quienes aparecen en los extremos, el maestro del grado aparece en el centro y era Obdulio Picón (HRC). 

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